Rumania se despertó el pasado lunes 7 de junio conmocionada: la Cascada Bigar, probablemente la Cascada más famosa del país y uno de los atractivos turísticos más importantes de la región del Banato, en el Oeste de Rumania, se derrumbó parcialmente.

Romsilva, la organización encargada de la protección de los bosques de Rumania, ha subido en su página de Facebook un vídeo en el que se ve el momento del derrumbe de una parte de la cascada.

También publica un comunicado según el cual aclara que este fenómeno no se ha producido por causas debidas a la acción humana (se escucharon opiniones según las cuales la actividad de una piscifactoría en la zona habría modificado el curso de agua del río Minis, que alimenta la cascada), sino que se trata de un fenómeno natural causado por la acumulación de roca y musgo en la parte superior de este salto de agua.

Esperemos que el turismo en la zona no se vea afectado a largo plazo, y desde este blog seguimos recomendando vivamente la visita a la zona del Parque Nacional Cheile Nerei, donde además de la famosa Cascada se puede visitar el Lago del Ojo del Bey, los molinos de agua de Eftimie Murgu o un poco más al sur, allí donde el Danubio separa a Rumania y Serbia, las Calderas del Danubio.