La Cascada Bigar (Cascada Bigăr)

En Rumania existe una cascada que pasó de ser prácticamente desconocida a ocupar un buen número de portadas de publicaciones sobre turismo. Todo ello porque en el año 2013, la web americana «The World Geography» la situó en el primer puesto de las cascadas más impresionantes del mundo. ¿Realmente es para tanto?

La Cascada Bigar está situada en pleno Parque Nacional Cheile Nerei – Beusnita, en la provincia de Caras-Severin, situada en la parte Occidental de Rumania, al sur de Timisoara y haciendo frontera con Serbia.

El Parque Nacional Cheile Nerei – Beusnita se encuentra situado en la carretera que une a las ciudades de Resita (capital de la provincia de Caras-Severin, 55 km al Norte de la cascada) y Orsova, a 90 kms al Sur de la cascada, situada a los pies del Danubio, y sobre la cual ya hemos hablado aquí.

Para ir desde Resita a la Cascada Bigar, basta con tomar la carretera DN 58 hasta el final, y luego conectar con la carretera DN 57B, con dirección a Bozovici.

Desde Orsova, hay que elegir la carretera nacional DN 6, que lleva a Caransebes y Timisoara. Tras hacer la travesía de Baile Herculane, Mehadia y Plugova, encontraremos a mano derecha el desvío por la carretera nacional DN 57B. Unos 60 km. más tarde, y 10 km después de haber cruzado el pueblo de Bozovici, llegamos a la Cascada Bigar.

Al contrario de lo que un servidor esperaba, la visita a la Cascada Bigar tenía mucha más miga de lo que uno pensaba inicialmente. La cascada está situada pegada a la carretera nacional, prácticamente se puede ver desde el coche, en el caso de que no haya muchos turistas impidiendo la visión.

Nada más llegar a la zona, los vigilantes te indican que hay que aparcar el coche a unos 400 metros de la cascada, en una zona especialmente habilitada para ello. Además de un descampado que hace las veces de parking, vemos también una especie de mercadillo callejero con tiendas de recuerdos, puestos con productos tradicionales de la zona, bares y hasta un restaurante.

Los 400 metros que hay desde el estacionamiento hasta la cascada se recorren por un sendero que va en paralelo a la carretera nacional y al Río Minis, en el cual desemboca el agua del Bigar. La cascada se encuentra justo delante de una estructura de madera, que consta en dos plataformas diferenciadas, unidas por un tramo de una decena de escalones, lo que permite hacer fotos de la cascada desde dos perspectivas distintas.

Hasta ahora, la visita es gratuita, y ya hemos visto la atracción principal, que es la cascada, y que está pegada a la carretera nacional. Si deseamos ver más cosas, por una módica entrada de 10 lei para los adultos, y 5 lei para los niños, podemos ver la fuente del Bigar, otra Cascada del Bigar (que aquí llaman Cascada Bigar 2), y una gruta. Demasiados alicientes como para rechazar esta tentación.

Una vez dentro, nos enteramos de que el recorrido es muy sencillo y corto: 200 metros de subida leve, por un sendero facilito, cuya primera parada es la Cascada Bigar 2, prácticamente a mitad de la subida.

Al final de la subida, nos encontramos con el manantial de la Cascada Bigar y un puente de madera, con unas escaleras en el otro margen. Subiendo por las escaleras llegamos a la entrada de la gruta, aunque aquí el terreno sí es muy empinado y abrupto, y muchos de los turistas renuncian a encaramarse hasta la boca de la gruta.

En definitiva, se trata de un auténtico espectáculo natural, y merece sin duda una visita.

Caras-Severin no es el primer destino turístico que nos viene a la mente cuando se piensa en Rumania, pero esta zona situada en el rincón Sudoeste del país contiene tres parques nacionales diferenciados, lo que le eleva al primer lugar de las provincias rumanas en número de parques nacionales: el Parque Nacional Cheile Nerei – Beusnita, donde se halla la cascada que nos ocupa, el Parque Nacional Semenic – Cheile Carasului y el Parque Nacional Domogled – Valea Cernei.

Tras la publicidad recibida gracias a The World Geography, el dinero invertido en el acondicionamiento de la zona para ofrecer servicios a los turistas, esta nueva atracción turística alcanzó en el 2017 los 100.000 visitantes.