El refugio de osos de Zarnesti

En la provincia de Brasov, muy cerca de la capital, se halla el mayor refugio de osos pardos del mundo, y está abierto al público. Vamos a echarle un vistazo.

A tan solo 25 kms al sur de Brasov encontramos la entrada a este refugio, situado a las afueras de la ciudad de Zarnesti, de 22.000 habitantes, situada en plenos Montes Cárpatos.

Debemos tomar la salida sur de Brasov, y al llegar a la localidad de Rasnov, también muy turística, nos desviamos por la carretera nacional DN73A. Enseguida llegamos a Zarnesti, y tras pasar por la cantera de balasto y cruzar el puente sobre el río Turcu, nos desviamos a mano derecha por un camino de tierra y piedra. Trascurridos dos kilómetros, llegamos a la entrada del parque natural.

El refugio de osos se puede visitar solo mediante visitas guiadas. Dependiendo de la época del año, hay dos o tres pases de visitas, y tienen lugar siempre por la mañana. En el año 2023, los precios de las entradas son de 75 lei para los adultos y 40 lei para los niños.

Es conveniente comprar las entradas con antelación en la página oficial del refugio Libearty, porque las visitas están restringidas a un máximo de 40 visitantes por grupo.

La visita a este parque natural de 69 hectáreas empieza con un vídeo de introducción, que dura unos pocos minutos y cuenta la historia de este parque, que se inicia con la actividad infatigable de la Asociatia Milioane de Prieteni («Asociación Millones de Amigos») y la colaboración del Ayuntamiento de Zarnesti, que ha donado el terreno para esta causa.

La actividad del mayor refugio de osos pardos a nivel mundial es la de rescatar osos en cautiverio y darles una vida lo más parecida posible a la que corresponde a este animal salvaje, aunque en un entorno protegido. La mayoría de los osos provienen de circos, zoos, pensiones rurales o actividades semejantes y con muchos problemas asociados con el maltrato y un estilo de vida inadecuado para ellos.

El parque en la actualidad cuenta con 119 osos, que ocupan el espacio central del mismo en un hábitat natural muy similar al que deberían disfrutar en libertad. Cada mañana se les provee 2.5 toneladas de alimentos junto a las vallas, y por eso se hacen los tours en ese momento del día, mientras los animales se alimentan. Una vez acabada la hora de la comida, se retiran de nuevo al interior del parque y es imposible avistarlos.

La guía Anca nos da también algunos detalles sobre qué hacer si nos encontramos con un oso: no intentar correr más que él, ya que pueden llegar a velocidades de 45 km/h; no tratar de escalar un árbol, porque son mejores escaladores que nosotros y si se enfadan nos tirarán del mismo; y nunca aproximarse a una osa con sus cachorritos, ya que cualquier intento de acercarse a los oseznos será repelido con violencia por parte de la osa.

Sobre los habitantes del parque, Anca nos va contando la historia de los diferentes osos que vamos viendo, su lugar de proveniencia y el estado (generalmente lamentable) al que llegaron al parque. Nos dice asimismo que en estos momentos Yogi es el veterano del parque, con 41 años (el récord de edad mundial lo tiene un antiguo residente del parque, Charles, que llegó a los 45 años, cuando la media de edad de estos animales en libertad ronda los 25 años), y que el ejemplar más pesado del parque supera los 500 kilos.

La visita al parque consta en un recorrido a lo largo de la valla que delimita el hábitat de los osos, al que no acceden ni siquiera los trabajadores del parque, quienes intentan evitar al máximo el contacto con los animales.

El trayecto de unos 3 – 4 kilómetros es sencillo de realizar, por un sendero de piedra con algo de desnivel pero apto para todos los públicos, y dura en torno a una hora y media.