La playa de Gostinu

Si le preguntas a un bucarestino a cuánto está la playa más cercana de Bucarest, seguramente te dirá a unas 2 horas, el tiempo que se tarda en recorrer los algo más de 200 km hasta la playa más cercana a Constanza. Pero la pregunta tiene trampa: hay playas más cercanas a Bucarest, pero son de río. Os presentamos una de ellas.

Una manera de las maneras más rápidas para salir de Bucarest a darse un chapuzón consiste en salir de la ciudad en dirección a Giurgiu y la frontera con Bulgaria. Avanzamos por la carretera nacional DN5 y justo antes de entrar en Giurgiu, a la altura del pueblo de Fratesti, nos desviamos por la carretera provincial DJ503 hasta Oinacu, y luego seguimos por la DJ507 pasando por Branistea y a continuación llegamos a Gostinu.

En Gostinu tenemos que seguir el camino hasta el río Danubio, que no está señalizado. Los últimos dos kilómetros son por un camino de tierra con bastante socavones, pero que no ponen en peligro al vehículo. A continuación, en medio de una arboleda, tenemos espacio para aparcar en la sombra y acceder a la playa.

Un cartel escrito a mano nos pone de sobreaviso: la playa no está vigilada, no se recomienda el baño y en la zona se pueden producir corrientes de agua. Nada más pisar la arena, observamos que hay mucha gente bañándose cerca de la orilla y no parece que la corriente sea muy fuerte. Estamos de suerte.

Lo que sí es cierto es que la playa no está preparada como destino turístico: si no fuera por un chiringuito con 5 mesas y unas 20 tumbonas a pie de río, podríamos decir sin dudar de que se trata de una playa virgen, salvaje.

La arena es bastante fina, y parece autóctona. La playa tiene un ancho de unos 50 metros en total, pero luego se va haciendo más ancha a medida que avanzamos hacia al este. Desde la orilla se ve una isla, cubierta de vegetación, y la otra orilla, que estará a unos 200 o 300 metros de distancia: ambas pertenecen ya a Bulgaria, puesto que el Danubio es la frontera natura que separa a ambos países en esta zona.

También, el hecho de que haya árboles tan cerca de la orilla permite que mucha gente coloque sus toallas a la sombra.

Respecto al agua, decir que es apta para el baño. A diferencia del mar, la corriente no viene de frente, sino de lado, lo que hace que tengas que estar atento constantemente para evitar que esta te lleve. Por supuesto, el agua es dulce, al ser de río.

Por lo demás, no hay olas, y de vez en cuando ves pasar un buque portacontenedores o algunas lanchas. Respecto a la arena, en la zona donde había más gente bañándose (en la entrada, junto al chiringuito), estando en el agua se pisaba arena fina, mientras que más al este, donde había menos gente, la superficie estaba llena de piedras y el baño era más incómodo.

Sobre el chiringuito, el típico menú de batalla rumano: mici a 6 lei la unidad, hamsi a 10 lei, ración de patatas fritas a 5 lei y botes de bebidas en torno a 10 lei. Por supuesto, todo con efectivo: no hay electricidad en la zona (la del chiringuito p generador) y ni siquiera hay señal de teléfono de Rumania, aunque a veces entraba la señal de Bulgaria.

En definitiva, un buen sitio para darse un chapuzón, a tan solo hora y cuarto de Bucarest, y bañarse en el Danubio más verde que azul, en una playa semisalvaje.

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