Timisoara pertenece al grupo de las 4 ciudades más pobladas y más importantes de Rumania, junto a Bucarest, Cluj-Napoca e Iasi. Ocupa una posición destacada en el Oeste del país, muy cerca de las fronteras con Serbia y Hungría.
La Catedral Metropolitana de Timisoara se encuentra en pleno centro de la ciudad, en el margen Norte del río Bega. Enfrente está la Plaza de la Victoria, y edificios tan relevantes como el Museo Nacional del Banat, la Ópera, la Filarmónica o el Hotel Timisoara.
La Catedral Metropolitana de Timisoara se construyó entre 1936 y 1940, y es en la actualidad el edificio religioso más grande de la ciudad, y constituye uno de los principales emblemas de Timisoara.
El estilo utilizado se denomina neo-moldavo, ya que está basado en el estilo empleado en algunos de los monasterios de la región de Moldavia, a la vez que incorpora elementos típicos de la tradición rumana y bizantina, parecidos a los que se pueden hallar en el Monasterio de Prislop, del que ya hemos hablado aquí.
La torre principal mide casi 84 metros de altura, y el edificio posee en total 7 campanas.
El interior de la catedral es muy amplio, el color dorado reluce por todas partes, y está lleno de iconos y pinturas religiosas.
Al tratarse de una gran ciudad, la oferta de sitios para comer en Timisoara es muy amplia. Uno de nuestros sitios preferidos es el restaurante Dinar, que tiene una decoración folclórica muy cuidada y un amplio menú con platos tradicionales rumanos y serbios. Muchas noches hay espectáculos de música tradicional en vivo.
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