Hay en Rumanía un distrito que es proclive a los fenómenos sobrenaturales, casi extraterrestres. Y no estoy exagerando, porque en este distrito se pueden ver hablar sobre volcanes de barro, piedras que parecen venidas de Marte y suelos que escupen fuego: nos vamos al distrito de Buzau.
Ya he hablado anteriormente sobre los curiosos volcanes que expulsan barro desde el centro de la tierra (y lo he hecho por partida doble, aquí y aquí) y hoy nos vamos a centrar en la segunda atracción mencionada: la zona donde están las piedras conocidas como «trovantes» (trovanți, en rumano), un tipo de rocas muy especiales.
El distrito de Buzau está situado en el sureste de Rumanía, en la parte sudoriental de los Cárpatos Orientales, centrado en el curso alto y medio del río Buzău, que da nombre al distrito y a su capital. Esta provincia tiene una superficie de 6100 km2 (lo que representa el 2,6% del territorio del país) y limita al noroeste con los distritos de Brașov y Covasna, al noreste con Vrancea, al este con Brăila, al sur con Ialomița y al oeste con Prahova. El distrito de Buzău es el enlace entre el arco de los Cárpatos y la llanura del Danubio, ya que ocupa una zona fronteriza entre las tres provincias históricas rumanas: Muntenia, Moldavia y Transilvania.
Para ver las famosas rocas «trovantes», tenemos que ir hasta la comuna de Bozioru. Antes, hemos de llegar hasta la ciudad de Buzau (a 110 km al noreste de Bucarest), y desde aquí tomar la carretera nacional 10, en dirección a Brasov, hasta alcanzar la localidad de Magura. En Magura nos desviamos a la derecha y seguimos por la carretera provincial DJ203L hasta llegar al pueblo de Ulmet.
Hay que tener en cuenta que desde el desvío de la carretera nacional la calzada se estrecha bastante, y además el tramo de los últimos 4 kilómetros de carretera no tiene asfalto, sino que se trata de una pista de piedra y tierra llena de baches que nos lleva hasta el pueblo de Ulmet.
Tras llegar a la entrada del pueblo de Ulmet, donde tenemos que estacionar el vehículo, nos espera una caminata por senderos de monte de unos 45 minutos hasta alcanzar las conocidas como «Babele de la Ulmet», (porque se parecen en cierta medida a las Babele de Bucegi) que atraen a cientos de turistas los fines de semana.
Una vez alcanzada la zona de los trovantes, el grupo de rocas que parecen platillos volantes, nos encontramos con un paisaje único. Las rocas de formas extrañas dan la impresión de un lugar de una época lejana de la historia, cuando la naturaleza fue capaz de crear las primeras formas de vida.
Según los geólogos, estas piedras son formas de microrrelieve que se desarrollan en capas de arena, gracias a las aguas subterráneas calcáreas que las lavan y sedimentan con el tiempo. El modo de formación de los trovantes es el mismo que el de las perlas.
Todo el proceso hace que estas formaciones asciendan desde el corazón de la tierra hasta la superficie, razón por la cual las singulares formas del terreno se conocen popularmente como «piedras vivas». Una de las leyendas locales dice que las formaciones rocosas crecen y pueden cambiar de lugar. Incluso se dice que una de las rocas fue desplazada de su lugar por una fuerza invisible.
La formación rocosa se asienta en una meseta arenosa aislada y algunas de las rocas son perfectamente ovaladas, otras tienen forma de platillo volante. La más alta de las rocas de Ulmet mide dos metros. Lo impresionante, sin embargo, son las formas perfectamente redondas de algunas de las rocas que yacen semienterradas en la suave arena, parecida a la arena de la playa, que encontramos en la cima de la colina.
Como es normal, la imaginación humana enseguida se dedicó a asignarle formas a las distintas rocas que se pueden ver: así, nos encontramos con trovantes que reciben los nombres de delfín, ballena o las columnas, que aparecen en la imagen de más arriba.
En definitiva, se trata de un buen plan para pasar unas cuantas horas en la naturaleza y realizar una excursión por senderos bien señalizados que nos permite hacer ejercicio y respirar aire puro en un contexto natural muy impactante.
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