Este artículo ha sido el ganador del Concurso «Artículo 100» de Rumaniando. Su autor es Valeriu Radulian, le podéis encontrar en Facebook.
Viajamos al municipio de Campina, distrito de Prahova, una ciudad al pie de los Cárpatos. Conoceremos un castillo encantado, un templo erigido por Bogdan Petriceicu Hasdeu, gran personalidad de la cultura rumana, en memoria de su hija Iulia Hasdeu, que murió a los 18 años de edad, para poder practicar el espiritismo y comunicarse con su hija muerta.

Bogdan Petriceicu Hasdeu fue una gran personalidad de la cultura rumana, que vivió entre 1838 y 1907. Era considerado el hombre más sabio de su siglo. En 1869 nació su única hija, Iulia Hasdeu, considerada una niña prodigio, con un coeficiente intelectual impresionante. Con 2 años de edad sabía leer, con 4 años podía escribir y a los 5 años de edad componía sus primeras poesías. Iulia seguía los pasos de su padre y quería ser poetisa. A lo largo de su corta vida escribió poesía y obras de teatro. Después de su muerte, su padre publicó gran parte de su obra, pero también publicó un diario en el que Iulia hacía referencia a la correspondencia que mantenía con su padre. En 1888 Iulia Hasdeu murió a causa de la tuberculosis. Hasdeu quedó desolado por la muerte repentina de su único tesoro y su vida cambió radicalmente. Encontró consuelo practicando espiritismo, porque era la única manera de seguir en contacto con Iulia, su hija.

Además de dictarle el contenido de un libro a través de varias sesiones de espiritismo, Iulia le indicó a su padre cómo construir el castillo de Campina, conocido también como el Templo Espiritista.

La construcción del castillo empezó en 1893 y terminó tres años más tarde. Es un edificio precioso, envuelto en misterio. Se trata de una construcción con una arquitectura única, un templo dedicado a los espíritus, donde abundan los elementos sagrados. La base del castillo tiene la forma de una cruz. Las cifras 3 y 7, consideradas mágicas, están presentes a cada paso. 3 torres, 3 sótanos, 7 peldaños en la escalera a través de la cual se accede al castillo, etc. En la fachada se encuentra representado un ojo en un triángulo, símbolo del Ojo de la Divinidad, “del que todo lo ve”.

La principal atracción de este castillo, que hoy en día alberga el Museo Iulia Hasdeu y que se puede visitar, la representa el cuarto en el que Hasdeu practicaba espiritismo. Allí se hallan una paloma de piedra, un candelabro, un telescopio y una estatua de Cristo. En una de las paredes hay un agujero y hay quienes dicen que por allí entraba el espíritu de Iulia durante las sesiones de espiritismo. Los visitantes se quedan impresionados con el gran crucifijo que tiene en la parte superior a Cristo con los brazos extendidos hacía el cielo. Todo en el castillo tiene un significado simbólico en relación con el objetivo del escritor, el de comunicarse con su hija fallecida. Estas sesiones de espiritismo fueron transcritas y publicadas. Hay más de 100 sesiones de este tipo.

El castillo está incluido en la lista de los Monumentos Históricos y allí se pueden admirar fotografías, manuscritos, documentos, obras de arte y otros objetos personales de la familia.
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Adoré esta historia. En las descripciones viví en encanto y la magia del lugar. Me encantó
Gracias
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Hola Danay. Es sin duda un lugar especial y diferente, ¡merece una visita! Saludos.
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