El castillo de Bran

El castillo de Bran es conocido como el Castillo de Drácula, y constituye una de las imágenes turísticas más conocidas de Rumania.

Bran es una pequeña ciudad transilvana, asentada en los Cárpatos, entre los Montes Bucegi y Piatra Craiului.

Para llegar a Bran desde Brasov, hay que tomar la carretera nacional DN 73 y recorrer los 33 km que separan a ambas ciudades. También se puede acceder a Bran desde Ploiesti, siguiendo la carretera nacional DN1 por el Valle del Prahova, luego a la entrada de Predeal tomamos la DN 73A hasta Rasnov, y finalmente la DN 73 hasta Bran.

La indiscutible atracción turística de Bran es su castillo medieval, situado en pleno centro de la ciudad, en el alto de un peñón.

Para acceder al castillo es necesario dejar el vehículo en uno de los aparcamientos que existen en la ciudad, y luego atravesar la Plaza del Ayuntamiento, donde existe un mercadillo de souvenirs permanente, y en la que se encuentra también el Centro de Información Turística.

Cruzado el parque, llegamos a las casetas de venta de entradas, donde se pueden comprar entradas para acceder al Parque y al Castillo, o bien al Museo del Pueblo, situado en los terrenos contiguos al castillo.

Entrando en el parque, observamos a mano derecha el pequeño lago del Parque Real, y al fondo el camino de acceso principal al castillo, que se hace por una rampa con un desnivel pronunciada y con piedra cúbica. Una vez en la cima, subimos las escaleras hasta la entrada del castillo.

El castillo tiene un tamaño muy reducido, debido a las características propias del terreno: los límites del mismo vienen marcados por el peñón sobre el cuál se asienta. El resultado es un edificio con un diámetro bastante reducido, y construido sobre todo a lo alto, constando de varios pisos muy irregulares, a los que se accede por escaleras más o menos accesibles. Hay habitaciones que son de difícil acceso, y no son pocos los visitantes que renuncian a ver todos los habitáculos del castillo.

En el interior podemos apreciar el dormitorio del Rey Fernando, la Sala de Armas, varias exhibiciones de trajes, muebles y alfombras de época.

Para visitar este castillo sin tener que pasar por la taquilla del castillo, pulsa aquí.

El personaje de Drácula está basado en un personaje histórico, Vlad Tepes, príncipe de Valaquia (territorio del Sur de Rumania) durante el siglo XV. El hoy héroe nacional rumano pasó a la historia por una serie de batallas contra el imperio otomano, y por su crueldad a la hora de castigar a los enemigos y traidores. De ahí su sobrenombre de «el Empalador». Aunque no consta que bebiera sangre.

Tampoco queda claro que Vlad Tepes pasara por Bran. Unos historiadores dicen que sí, que pasó unas noches antes de ser apresado en Budapest; otros dicen que Vlad Tepes no estuvo por la zona.

Esta controversia no existe en el caso del Castillo de Poenari, del que ya hemos hablado aquí, o sobre el Monasterio de Comana, del que también hemos hablado aquí, en los que la presencia del príncipe valaco está bien documentada.