Hoy nos hemos despertado con espíritu senderista, así que nos vamos hasta los montes Bucegi para realizar una de las rutas de montaña más populares de los Cárpatos rumanos.

Nuestra propuesta de hoy es realizar una ruta de senderismo que presenta varios atractivos: una paseo de unos cuantos kilómetros de longitud por las montañas, con una serie de atractivos en su recorrido, como son Babele, la Esfinge y la Cruz de los Héroes de Caraiman, así como la posibilidad de elegir dos rutas distintas que nos permitan regresar al punto de partida.

El punto de partida es la Cabana Piatra Arsa, un refugio que está situado en la meseta de Bucegi, a una altitud de 1950 metros.

Construido en 1935, se transformó posteriormente en el Complejo Deportivo Nacional de Piatra Arsă, donde muchos atletas realizan estancias de entrenamiento.

Desde la localidad de Sinaia, situada en el Valle del Prahova, a medio camino entre Ploiesti y Brasov, tenemos que tomar la carretera nacional DN71 en dirección a Targoviste, y al cabo de unos 5 km desviarnos por la carretera provincial DJ713 en dirección a Cabana Dichiu y Piatra Arsa.


En Piatra Arsa observamos que hay un amplio espacio para estacionar el vehículo, y vemos un camino de tierra que sube por el monte. Ese es nuestro camino inicial.

Para el recorrido de ida hemos optado por la opción más sencilla: seguir el camino marcado por el amplio sendero de tierra y piedras.

Tras algo más de una hora de recorrido por un camino sencillo, con una inclinación moderada, alcanzamos la base de la Telecabina Cota 2000, que baja hacia el centro de Sinaia.

Si seguimos nuestro recorrido, enseguida llegamos a dos formaciones de rocas muy curiosas, que reciben el nombre de Babele (las Abuelas) o Sfinx (la Esfinge), sobre las que ya hemos hablado aquí.

Continuando con nuestro recorrido, en dirección noreste, tomamos otro sendero que nos llevará hasta la Cruz de Caraiman. Este último tramo, que supone el descenso por una pendiente de la montaña hasta la base de la Cruz de los Héroes es quizá la parte más espectacular del recorrido, con unas vistas espectaculares.

Una vez al lado de la Cruz podemos deleitarnos con las espectaculares vistas de los montes Bucegi, e incluso podemos avistar Sinaia desde lo alto, si el día está despejado y no hay nubes que lo impidan.

Para el camino de vuelta, en vez de ascender por el monte que acabamos de bajar para llegar a la Cruz, decidimos tomar otro sendero que lo contorna.

Lo que en un principio parece que va a ser un camino más sencillo enseguida se complica. Resulta que esta alternativa es mucho más accidentada que la anterior, con un desnivel mucho más pronunciado que resulta en la subida y bajada continua por unos caminos estrechos.

A ratos los tramos resultan bastante abruptos y el esfuerzo físico para superarlos es muy considerable.

Hay un par de tramos en los que es necesario recurrir a los cables de seguridad que se encuentran fijados en unas de las paredes más abruptas del recorrido.

Eso sí, la dificultad de esta nueva vía se ve claramente recompensada por las vistas que proporciona, especialmente en el tramo cercano a la Cabana Caraiman, una pequeña construcción de madera muy cercana a un barranco imponente.

Por esta vía ya no accedemos a la telecabina y la Cabana Babele, sino que seguimos contornando por la ladera de la montaña hasta unirnos con el sendero principal muy cerca ya de nuestro punto inicial: la Cabana de Piatra Arsa.

En definitiva, dos opciones distintas pero recomendables para pasar unas 4-5 horas de camino por la naturaleza disfrutando de unos paisajes memorables y visitando unas atracciones turísticas que son una verdadera delicia.


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