Hoy nos acercamos hasta el segundo mayor edificio del mundo en tamaño, tras el Pentágono de Washington. Si en cambio hablamos del volumen total del edificio, el primer puesto es para esta obra gigantesca, cuya construcción fue iniciada por orden de Ceausescu en 1983.


La Casa del Pueblo, también conocida como Palacio del Parlamento, es en la actualidad el edificio más emblemático de Bucarest. Y es mucho más que un edificio, ya que los trabajos de construcción que se iniciaron en 1983 tuvieron como objetivo rediseñar todo el centro de la capital rumana.
En primer lugar, hubo que acondicionar el espacio existente para permitir la creación del complejo de edificios del Gobierno y la Administración que Ceasescu proyectó para Bucarest. El objetivo es que todas las instituciones del Estado se concentraran en un área próxima, en el centro de la ciudad.

Hay que recordar que en el año 1977 tuvo lugar el terremoto más importante de las últimas décadas en Rumania. En concreto, la noche del 4 de marzo de ese año tuvo lugar un terremoto de 7,4 grados Richter, que tuvo casi un minuto de duración y provocó en Bucarest unas 1400 muertes, así como una gran destrucción en los edificios del centro de la ciudad. Al año siguiente, Ceausescu ordenó la reconstrucción de Bucarest, y en el 1980 empezaron los primeros trabajos de preparación de las obras.

La primera tarea consistió en demolir una área de unos 7 kilómetros cuadrados, para permitir la construcción de un nuevo centro, que englobaba no sólo a la Casa del Pueblo, sino una serie de edificios anexos (donde estarían los Ministerios y otras entidades estatales), así como una gran avenida, de cuatro km. de longitud, rodeada de edificios de utilidad pública. Se estima que unas 40.000 personas tuvieron que ser trasladadas de sus viviendas céntricas a otros barrios de la ciudad. Entre los edificios que tuvieron que ser demolidos, se hallaban varias iglesias, hospitales, colegios, campos de fútbol etc.

Ceausescu nunca llegó a ver esta obra acabada, ya que fue ejecutado en diciembre de 1989, y el edificio se inauguró solamente en 1997, 14 años más tarde del inicio de las obras.

Los datos relativos a una obra de tal tamaño son casi inverosímiles: tiene una superficie construida por planta de 66.000 m2 (270m x 245m), una profundidad de 92 metros y una altura de 86 m. Se emplearon más de 1 millón de m3 de mármol, 5.500 toneladas de cemento, 7.000 toneladas de acero y 2 millones de toneladas de arena, entre otros. También se estima que la mano de obra involucrada en la construcción fue de unos 20.000 trabajadores, 5.000 militares y 700 arquitectos. Aunque no hay datos oficiales, se estima que varios cientos de trabajadores fallecieron durante el periodo de construcción.

La Casa del Pueblo tiene unas 1000 habitaciones, aproximadamente la mitad son despachos, y entre las demás destaca el Congreso de Diputados y la Cámara del Senado, el Museo Nacional de Arte Contemporánea, así como unas 30 salas y salones para eventos, cuatro restaurantes, tres bibliotecas, dos parkings subterráneos y una sala de conciertos.


La Casa del Pueblo está abierta a los turistas, y se puede realizar una visita guiada que tiene una hora de duración. Los puntos altos de la visita a este edificio, que no deja indiferente a nadie, son la visita al Congreso de Diputados (permitido cuando no hay sesión parlamentaria) y la salida a la terraza principal del edificio, donde Ceausescu pensaba dirigirse a la nación, con unas vistas que arranca en la Plaza de la Constitución y abarca todo el Bulevard Unirii, con las fuentes de Piata Unirii en medio, hasta la rotonda de Piata Alba Iulia. Se pueden comprar las entradas por Internet y evitar las colas de la taquilla aquí.

Otra opción interesante es realizar un tour peatonal gratuito del centro de Bucarest, que se inicia precisamente en la Plaza de la Constitución, delante de la Casa del Pueblo, y sigue por la Plaza de las Naciones Unidas, Calea Victoriei, el centro viejo de Bucarest y se acaba en la Plaza de las Universidades, el km 0 de la revolución de 1989. Es un recorrido que dura 2 horas y media, nosotros lo hicimos con María, una guía que habla español perfectamente y que hizo unas explicaciones muy interesantes y amenas. El tour es gratuito, en el sentido que no tiene un precio fijo, sino que al final del mismo cada uno le da al guía el importe que considere conveniente. Más info y reservas aquí.
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