La mansión Bellu de Urlati se construyó a mediados del siglo XIX y fue la residencia de verano de una de las familias más ricas de Rumania, hasta la llegada del comunismo. A modo de ejemplo, indicar que el principal cementerio de Bucarest lleva su nombre, ya que el terreno donde se halla fue donado a principios del siglo XX por la familia Bellu al Ayuntamiento de Bucarest.
Urlati es un pueblo que se encuentra en la provincia de Prahova, situada al Norte de Bucarest. Se encuentra a 25 km de Ploiesti, y a 80 km de Bucarest. Desde Ploiesti, hay que tomar la carretera nacional DN1B, que une a Ploiesti con Buzau, y una vez llegados a Albesti Paleologu hay que desviarse por la carretera 102C, que nos llevará en un par de km a la ciudad de Urlati.
La Mansión Bellu se halla en uno de los extremos de la ciudad de Urlati, en una zona de montes. En la entrada divisamos una torre de vigilancia. Esta torre alberga un museo con trajes tradicionales rumanos y diversos objetos que pertenecieron a los habitantes de la misma.
Una vez atravesada la torre, nos topamos con un sendero que sube ligeramente. Tras un recorrido a pie de unos 300 metros, llegamos a la entrada de la Mansión. La casa Bellu es una construcción muy amplia, y consta de 3 niveles: el nivel a ras de suelo, una buhardilla que en su día fue habitada pero que en la actualidad no se puede visitar, y una bodega en el subsuelo a la que se puede acceder por una entrada lateral.
Tras abonar el correspondiente ticket de entrada (8 lei los adultos, 2 lei los niños), empieza la visita a la Mansión. En el interior, varias habitaciones comunicadas entre sí sin ningún pasillo de por medio: la habitación donde se recibían las visitas, la biblioteca, la sala de juegos de estilo oriental, el gigantesco comedor, el dormitorio principal, otra sala de estar de estilo japonés.
Hay una serie de objetos dispersos por la mansión que llaman la atención: algunos libros que contienen miles de páginas, la presencia de varias pipas de estilo árabe en la sala de juegos, una pequeña colección de pistolas de fuegos, un gong japonés, unas sillas que parecen de madera robusta, pero que luego resultan ser plegables, pudiendo convertirse en muebles para arrodillarse y rezar, o el dormitorio con una gran cama con dosel.
Tras recorrer las habitaciones de la planta baja, salimos al exterior para encontrar la puerta que nos lleve a la bodega. Bajando unos escalones accedemos a la bodega, que cuenta con una exposición de utensilios que se utilizaron anteriormente en la Mansión, así como una reconstrucción de las enormes barricas en las que se almacenaba el vino.
Urlati, y en concreto esta zona de la región de Prahova que se halla entre Ploiesti y Buzau, es conocida como el Camino del Vino de Prahova (Drumul Vinului din Prahova). Se trata de una las regiones donde se produce vino más conocidas de Rumania, y se puede hacer una ruta de unos 60 kms recorriendo destinos de interés vinícola como Valea Călugărească, Iordăcheanu, Urlaţi, Ceptura, Fântânele, Tohani y Gura Vadului. Esta zona es muy rica en viñedos, y además de las muchas bodegas comerciales que se pueden visitar, también existe la posibilidad de adquirir vinos de los muchos aldeanos que venden vinos caseros a las puertas de sus casas.
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