Nos dirigimos un día soleado hacia la frontera de los distritos de Vrancea y Galati para descubrir una aldea de vacaciones que es una auténtica maravilla.

El complejo Zaga Zaga (en rumano le han añadido «sat», es decir, «aldea») es un centro orientado al turismo ecológico que incluye en un único espacio varias opciones de alojamiento, dos restaurantes, una piscifactoría, un parque de aventuras, piscina y un zoo de animales de granja. Todo ello en un generoso espacio verde, bordeando el lago Doaga, que invita también a paseos en bicicleta o andando.

Para llegar hasta la entrada del recinto tenemos que ir hacia el pueblo de Cosmesti, situado a 10 km al oeste de Tecuci y a 25 km al noreste de Focsani.
En uno de los márgenes del río Siret está el pueblo de Cosmesti, en el otro, el camino de tierra que tras unos quinientos metros nos lleva hasta la entrada del complejo y su amplio parking con capacidad para cientos de vehículos.

Nada más entrar en el recinto avistamos una serie de indicadores con distintas opciones.

Nos decidimos empezar el recorrido por la parte derecha, que nos ha llevado hasta la piscifactoría, situada en uno de los límites del complejo.

El recorrido está muy bien organizado, y combina tramos de adoquín con pistas de tierra.

A continuación probamos la «cherhanua», la palabra rumana que nos indica que estamos en un restaurante especializado en pescado. En este caso se trata de un restaurante flotante, sobre el lago, que sirve de puente entre el espacio principal y una isla en el medio del lago, y que le confiere al sitio dos espacios diferenciados donde comer. Pedimos dos recetas distintas de trucha salmonada para comer y nos vamos contentos y con el estómago lleno a recorrer el resto del complejo.

Regresamos a la entrada principal y llegamos a la zona de recepción. Si seguimos recto, podemos observar el restaurante con piscina, así como el pequeño puerto de embarcaciones de recreo.

A mano izquierda empieza el grueso de la visita. Primero de todo, un parque de aventuras, con un lugar destacado para la tirolina y la escalada entre árboles, pensada para los más pequeños.

Más adelante, llegamos hasta un punto donde a mano izquierda observamos los establos donde pacen algunos caballos, y a mano derecho los terrenos dedicados para la agricultura, con una notoria presencia de vides, no en vano estamos en una zona de gran tradición vitivinícola de Rumanía.

Avanzando por el sendero llegamos hasta la granja, donde podemos avistar animales típicos de las casas de campo, así como otros más exóticos como las avestruces o los pavos reales.

Comentar que nosotros solo nos hemos dedicado a visitar la parte pública del complejo. Las zonas residenciales, que incluyen opciones como bungalows, casas flotantes, casas en árboles o tiendas de campaña tipo yurta (como las que usan en Mongolia), se encuentran en zonas de acceso restringido para las personas que han alquilado un alojamiento.

En definitiva, un sitio excelente para pasar unos días o, si no es posible, una jornada al aire libre rodeados de naturaleza y con un abanico de actividades suficiente para contentar a todos los miembros de la familia.

Web oficial: https://zagazaga.ro/
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