Tulcea: la ciudadela y la rambla

La ciudad de Tulcea es la capital del distrito que está situado más al este de Rumanía, en una zona particularmente importante: muy cerca ya de la frontera con Ucrania, es la principal ruta de acceso hacia el delta del Danubio.

Vamos a visitar esta capital provincial, centrándonos en su renovado paseo marítimo y en los restos de la ciudadela.

Tulcea es la última gran población por la que el Danubio pasa antes de desembocar en el mar Negro. Esta localidad, de unos 70.000 habitantes y con un relieve formado por colinas, ha estado habitada desde el periodo griego con inicio en el siglo VIII antes de Cristo, pasando luego por los periodos romano y otomano, antes de formar parte de la actual Rumanía.

El centro de gravedad de la ciudad gira en torno a su puerto fluvial: además de ser un puerto industrial, donde hay incluso astilleros dedicados a la construcción de embarcaciones marítimas, también posee un puerto comercial, diseñado para el tráfico de pasajeros y que da servicio a toda la zona del delta del Danubio.

La rambla de Tulcea lleva el nombre de Ivan Patzaichin, el atleta nacido en esta región que consiguió 7 medallas en 5 participaciones en los Juegos Olímpicos en el deporte de canoa, entre los años 1968 y 1984.

La renovación de este paseo marítimo, concluida en 2023, han convertido en una agradable zona de paseo a esta zona de la ciudad situada junto al río, con varios restaurantes y bares que se sitúan muy cerca de los embarcaderos que transportan a los pasajeros a distintos puntos del delta del Danubio.

En cambio, en la parte noreste de Tulcea y en una zona elevada de la ciudad, podemos observar una zona llamada Colina del Monumento, donde encontramos un interesante monumento junto a las ruinas de la antigua ciudad romana de Aegyssus.

La fortaleza de Aegyssus fue construida a finales del s. IV a.C. Su nombre, de origen celta, deriva de un fundador legendario, Caspios Aegyssos.

A principios del s. II la fortaleza fue incluida en el limes danubio, convirtiéndose luego en un importante centro militar y, más tarde, residencia episcopal.

En la actualidad pueden visitarse varios complejos arqueológicos de época tardorromana en la Colina de los Monumentos. Muchos de los materiales arqueológicos descubiertos durante las investigaciones organizadas en la segunda mitad del siglo II. siglo XX se pueden encontrar en la exposición permanente del Museo de Historia y Arqueología, situado en las inmediaciones.

En el s. XVII, viajeros extranjeros mencionan una pequeña fortaleza con 7 torres, construida en la orilla rocosa del Danubio, que controlaba el tráfico fluvial hacia y desde el mar Negro.

El monumento es un homenaje al heroísmo y la valentía del pueblo rumano en la guerra de liberación de la dominación otomana (1877-1878), y también conmemora la unión de Dobrogea con Rumanía.

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