En una de nuestras travesías por el oriente de Rumanía nos detenemos una soleada mañana en la ciudad de Braila, para dar un paseo por el centro de esta ciudad.
Braila es el nombre de una provincia y también de su capital, situadas en el este de Rumanía. Es una de las ciudades más antiguas de Rumanía, y fue durante mucho tiempo el puerto más importante del país.
Situada en una amplia terraza, en la confluencia de los dos grandes brazos del Danubio, Braila es un asentamiento antiguo, con numerosos restos arqueológicos de la Edad de Bronce y de la época geto-dacia.
Tiene una población de unos 155.000 habitantes, y se encuentra a 20 kilómetros al sur de Galati y 100 kilómetros al este de Tulcea.
Nos acercamos hasta el centro de la ciudad con algunos objetivos señalados en nuestro mapa: el parque público con la casa memorial del escritor Panait Istrati, el teatro Maria Filotti y la plaza Traian, con el conocido reloj público, símbolo de la ciudad. Los vemos en detalle.
Nuestra primera parada es en el parque público (Gradina Publica) uno de los espacios verdes más importantes de la ciudad. El parque no es muy espectacular, pero contiene dos atracciones turísticas interesantes: la Torre de Agua, un curioso edificio que se hallaba en reparaciones, y la casa museo del escritor Panait Istrati.
Panait Istrati es el escritor más importante nacido en la ciudad de Braila. De familia con raíces griegas, vivió a finales del siglo XIX y principios del XX, y escribió sobre todo en lengua francesa. Fue muy popular en su momento y se le aplicó el sobrenombre de el Gorki de los Balcanes. Su obra más conocida se titula Kyra Kyralina.
A 5 minutos de distancia encontramos el resto de atracciones turísticas de la ciudad. Una de ellas es el Teatro Maria Filotti. El teatro fue construido en 1864 como el «Teatrul Rally», y en 1969 adquirió su nombre actual, en honor de la actriz rumana Maria Filotti, que debutó en este palco en 1905.
Delante del teatro encontramos la Plaza Traian, el kilómetro cero de la ciudad de Braila, en la que destaca en uno de sus lados la iglesia ortodoxa «Arcángeles Miguel y Gabriel».
Finalmente, en el otro extremo de la pequeña plaza vemos el monumento conocido como Reloj Público, una torre de color azul que contiene un reloj en la parte superior de la misma y se ha convertido en el símbolo de la ciudad.
La hermosa pieza de mobiliario urbano del centro de Braila es de metal y fue fabricada por la empresa checa Carol Sakar. El reloj tiene cuatro esferas que señalan las cuatro calles principales de la ciudad. De color azul puro, el monumento histórico refleja el color del agua del Danubio.
Con una altura de 11.5 metros, es una pieza de estilo neobarroco con carácter decorativo. Se montó en el año de 1909.
En la base del monumento hay pintado un barco como recordatorio de que Braila es una ciudad portuaria.
Como colofón a nuestra visita relámpago a Braila, decidimos parar en un restaurante que nos habían recomendado en esta ciudad, y que nos ha gustado mucho.
En la salida de la ciudad, en la carretera que une a Braila con Galati, y muy cerca del nuevo puente sobre el Danubio, se halla el restaurante Peste si Vin (Pescado y Vino), y está situado justo delante del barco que marca la entrada en la ciudad.
El restaurante es muy grande y cuenta con varios espacios diferenciados, tanto cubiertos como terrazas. Nos lo recomendaron como un buen sitio para comer pescado, y nos encontramos con una amplia carta que nos sorprendió muy gratamente. En la próxima visita a Braila volveremos a repetir.
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