Aunque el Castillo de Bran es considerado la residencia de Vlad Tepes el Empalador, es decir, Drácula (aunque parece ser que él nunca estuvo por esas latitudes), sí es un hecho comprobado que Vlad Tepes tuvo una de sus varias residencias en la ciudadela de Poenari. Y la visita a la morada de Drácula no es precisamente sencilla: para llegar a ella, es necesario ascender a la cumbre de un monte situado a unos 400 metros de altura, y subir 1480 escalones.
La ciudadela de Poenari se encuentra entre la ciudad de Curtea de Arges (a 27 km de distancia) y la Presa de Vidraru (4 km al Norte), y está situada en el acceso sur de la famosa carretera Transfagarasan. La ciudadela de Poenari se encuentra a 180 km de Bucarest, que se pueden recorrer en coche en unas dos horas y media, a 140 km de Sibiu y a 65 km de Pitesti.
Desde Curtea de Arges es necesario recorrer 27 km hasta la base del monte donde se puede acceder a la ciudadela. Tras hacer la travesía del pueblo Căpăţânenii Ungureni, encontraremos a mano izquierda una Pensión y un amplio aparcamiento donde estacionar el vehículo. Desde la carretera nacional observamos el punto de acceso a la ciudadela, a la que llegaremos tras avanzar por un sendero formado de 1480 escalones de hormigón.
La ciudadela de Poenari es un monumento histórico del siglo XIV que se halla en la cumbre de un monte de las Gargantas del Arges (Cheile Argesului). La ciudadela contiene 5 torres de defensa y muros de 3 metros de grosor. El acceso, como hemos comentado más arriba, no es sencillo, pero una vez llegados a la ciudadela las vistas son impresionantes.
Nada más alcanzar el muro de entrada a la fortaleza, unos maniquíes empalados en unas estacas de madera de varios metros de altura nos ayudan a entrar en materia, recordándonos una de las principales aficiones del antiguo propietario de esta vivienda. Es frecuente ver en este lugar el esfuerzo de los adultos explicándoles a los niños pequeños que se trata de una especie de espantapájaros.
La ciudadela está escondida por la vegetación, y debido a su situación se convirtió en un refugio y escondite ideal para los señores medievales. Vlad Tepes, más conocido como Drácula, fue uno de los que construyeron la ciudadela en su etapa inicial, utilizando para ello presidiarios provenientes de la ciudad de Targoviste.
Debido a los terremotos y la inclemencia del tiempo, el estado de la ciudadela es bastante ruinoso, y consta de una serie de muros y paredes sin techo, en los que es difícil imaginar cómo habrá sido la distribución de los distintos espacios de la fortaleza.
El acceso a la ciudadela se hace tras el pago de una entrada de 5 lei los adultos, y 2 lei los niños, estudiantes y jubilados. El horario de la apertura de la ciudadela es de lunes a domingo entre 09:00 y 18:00 horas.
La zona alrededor de la carretera que conecta a Pitesti con Fagaras es de gran interés turístico, uno de los grandes reclamos turísticos de Rumania. Saliendo desde Pitesti, tenemos el Monasterio de Curtea de Arges (ése que aparece en los billetes de 1 leu), la ciudadela de Poenari y el lago de Vidraru. Avanzando por la carretera Transfagarasan, una de las carreteras más bonitas de alta montaña de Europa, se puede alcanzar las cumbres Negoiu y Varful Moldoveanu, se llega a Balea Lac y Balea Cascada. Al final de la carretera Transfagaran, podemos tomar la DN1 hacia Sibiu, o en sentido contrario, esta misma carretera hacia Fagaras y Brasov.
El difícil acceso a esta ciudadela, así como el misterio que sigue envolviendo al personaje de Vlad Tepes, han ayudado a la creación de una serie de leyendas e historias sobre la ciudadela de Poenari. Por ejemplo, una de las leyendas dice que en la ciudadela Poenari se suicidó, en 1462, Anastasia, la mujer de Vlad Tepes, debido a los celos tras enterarse que su marido quería divorciarse de ella y casarse con su amante de Brasov, Katharina. Anastasia era la sobrina de la reina de Polonia, y parece ser que se tiró por una de las torres de la ciudadela.
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